El aeropulido es altamente efectivo para eliminar manchas extrínsecas, como las causadas por el consumo de café, té, tabaco u otros alimentos y bebidas pigmentadas. También es eficaz para eliminar biofilm y depósitos de placa bacteriana que se acumulan en los dientes.

A diferencia de otros procedimientos de limpieza dental, como el raspado y alisado radicular, el aeropulido es una técnica no invasiva que no requiere el contacto directo con los dientes. Utiliza partículas abrasivas y un chorro de aire o agua para eliminar los depósitos, lo que lo hace menos incómodo y no causa daño en la superficie del diente.

Al no implicar contacto directo con los dientes, el aeropulido reduce el riesgo de sensibilidad postoperatoria que puede experimentarse con otros procedimientos de limpieza más agresivos.

El aeropulido es un procedimiento rápido y cómodo para los pacientes. No se requiere anestesia y generalmente se completa en una sola visita. Esto lo convierte en una opción conveniente para aquellos con agendas ocupadas.

El chorro de aire o agua utilizado en el aeropulido es capaz de llegar a áreas de difícil acceso, como surcos y fisuras en las superficies dentales. Esto permite una limpieza más completa y ayuda a prevenir enfermedades periodontales y caries.